Estrés, ansiedad, dificultad para concentrarte, etc. son el resultado de vivir en una sociedad llena de ruido, actividad continua trepidante, falta de tiempo para las tareas diarias y, lo que es más importante, tiempo para nosotros mismos. Quizás, si eres tan afortunado de residir en una pequeña ciudad o un pueblo no sufres estos síntomas con tanta frecuencia, pero si vives en una ciudad, estoy segura de que has pasado por ello más de lo que te gustaría.
A todo ello tenemos que sumar que, normalmente, aprender inglés es una tarea extra que muchos necesitan para su vida laboral y/o personal que añade un esfuerzo mayor ya que el tiempo es muy limitado para la mayor parte de nosotros. Lo que es más, muchas personas relacionan el estudio del inglés con algo obligatorio, tedioso, difícil y, por tanto, negativo. Por ello, ¿Qué dirías si pudieras aprender inglés a través de una práctica creativa, sosegada, relajante y que lo hicieran agradable? Son muchos los alumnos que han pasado por mi aula con mucho nerviosismo, un miedo terrible al inglés, con vergüenza a hacer el ridículo y con sentimientos negativos hacia el mismo por bloqueos creados a través de incorrectos modelos de enseñanza que les han hecho dedicar muchos años y grandes esfuerzos con resultados imperceptibles. Estos métodos de enseñanza, más allá de mejorar su nivel han tenido un efecto contrario en muchos casos, o bien han sido ineficientes al haberse centrado en la práctica exclusiva de ejercicios escritos repetitivos, o de la memorización. Como resultado de escuchar tantos testimonios de frustración, estrés, desmotivación y miedo al idioma decidí acudir a la base del ser humano, a la creatividad natural en los niños y a ejercicios que motiven la misma a la par que ayudan a relajar nuestra mente, ejerciendo un desbloqueo casi de inmediato. En Mindful English, por tanto, la idea no es aprobar un examen a corto plazo, o hacer repetitivos ejercicios de gramática. El propósito es DISFRUTAR del idioma, ELIMINAR BLOQUEOS y MIEDOS con el idioma y REDUCIR EL ESTRÉS. Para ello, cada sesión está centrada en encontrar aquellas prácticas enfocadas a la relajación que a cada alumno le hagan encontrarse cómodo a la par que práctica el inglés. Algunas de esas actividades incluyen expresión personal artística a través del dibujo o colorear mandalas, a la par que te guiaré en una conversación intuitiva y natural, desbloqueando tu miedo a expresarte en el idioma o ayudándote a no traducir del español al inglés. Otras actividades incluyen ejercicios musicales de relajación sencillos para los que no necesitas ninguna formación musical o bien respiraciones, estiramientos, etc. Te preguntarás, ¿Y cómo voy a relajarme en inglés, si no sé hablar prácticamente? Al ser sesiones individuales me centraré en ti, adaptándome por completo a tu nivel, siempre siguiendo tu ritmo y tus necesidades. Además, conseguiremos reconducir tu visión del inglés, desde algo rígido, aburrido, complicado a una práctica motivadora, que abra tu creatividad y que a largo plazo, te permita alcanzar éxitos mayores con el idioma de forma natural y no impuesta. Date un respiro, regálate tiempo y reduce tu estrés a medida que ves tu inglés mejorar.
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AutorBárbara Lázaro Archivos
May 2021
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