En los días de verano me encanta levantarme y decir, ¿A dónde iré hoy?, buscar en Google Maps un lugar donde nunca antes había estado, organizar unas cuantas cosas, meterlas en la mochila y conducir hacia el destino donde comenzaré una nueva pequeña (o no tan pequeña) aventura.
Una vez allí, sé que el objetivo está lejos y voy a necesitar tiempo y esfuerzo para alcanzarlo, por no mencionar los molestos insectos que intentarán devorarme durante el recorrido. Sin embargo, nada de esto va a impedir que me lance a vivir esta nueva experiencia. Subiendo una montaña me vienen a la cabeza una multitud de similitudes con aprender inglés. Se necesita constancia, fuerza con mesura, ir paso a paso y tener un objetivo en mente, sin llegar a la obsesión. Es normal preguntarse ¿Falta mucho?, ¿Seré capaz de llegar a mi meta? ¿Qué obstáculos encontraré? Sin embargo, si sólo pensara en ese punto final quizás correría el riesgo de perder la belleza que puedo encontrar por el camino: Los impresionantes árboles de un bosque centenario que tantas cosas han visto, el sonido del agua al fluir por un pequeño arroyo o sentir el suelo bajo mis pies. Todas estas cosas podrían pasar desapercibidas si sólo centrara la atención en conseguir llegar al punto final, que si bien es algo emocionante, sería algo vacío por sí mismo. Disfrutar del proceso me motiva a querer seguir descubriendo, es inspirador y ya no necesito contar cada paso que doy. Por el contrario, siento una mayor fuerza que me lleva a llegar más lejos de lo que quizás había imaginado. Tomo instantáneas de todo aquello que llama mi atención, del momento álgido de haber alcanzado la cima, pero, sobre todo, de los momentos vividos en ese recorrido que deseo compartir con otros y que en un día lejano recordaré con orgullo y cariño. De la misma forma, para aprender inglés, aunque tu objetivo final sea obtener un certificado, pasar una entrevista o hablar con gran fluidez, encuentra la belleza en el proceso, en los pequeños pasos que vas dando, en lo que descubres cada día, conversaciones, quizás las personas que conoces en ese espacio de tiempo y, un día, alcanzarás tu meta no sin haber disfrutado antes cada paso del camino.
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La gran mayoría de alumnado que viene por primera vez a mis clases muestra claros síntomas de haber sido influido por métodos que hacen hincapié en la repetición, memorización y obsesión con la gramática y ejercicios tipo "no pienses, sólo rellena lo que se te pide" como la mejor forma para aprender inglés. Bajo mi punto de vista, esta manera de aprender podría asemejarse a pretender pescar tirando piedras al río sin un objetivo concreto. Es agotador, repetitivo, y acabaríamos probablemente desesperados, queriendo no volver a hacerlo nunca más y sin pescar ni un sólo pez. Cada día que pasa, que aprendo como docente y que veo la evolución positiva de mis estudiantes (de todas las edades y con distintos objetivos y niveles de motivación al comienzo) estoy más segura de una cosa: Esa antigua idea de que para aprender hay que trabajar muy duro, sudar, sufrir y repetir de nuevo... no funciona ni va conmigo. La motivación, el disfrute y el conectar lo que aprendemos con nuestra vida real son las claves. ¿No es acaso mucho más satisfactorio aplicar el inglés que un alumno aprende por ejemplo cuando viaja y puede comunicarse sin problemas, o cuando canta su tema favorito con buena pronunciación o ve películas en V.O. siguiéndolas sin problema? Por eso, cada día trabajo en desarrollar mi método para que sea más ameno, más adaptado a todo tipo de alumnado y con mejores resultados sin importar cuál sea el objetivo final. Desde luego, mi método Sing it Loud! puede confundir si no se sabe de qué se trata pero puedo aseguraros que la Música se convierte en una herramienta para desarrollar nuestras habilidades con el idioma. Si bien no todo el mundo es igual, no hay una sóla clase que sea igual. Para algunos alumnos, el método Sing it Loud! significará emplear canciones como complemento a su preparación para un examen de Cambridge y trabajar de forma activa y divertida a través de ellas la pronunciación, vocabulario, speaking, listening, etc. mientras que con otros acabaremos cantando esos temas tras haberlos trabajado en profundidad, si así lo eligen. No te conformes con hablar más o menos, o con aprobar un examen y dejar de lado el idioma, teniendo esa espinita clavada para siempre. Te invito a que te abras a la posibilidad de enamorarte del inglés, a dejarlo entrar en tu vida y que se convierta en una forma distinta de ver el mundo, mucho más accesible, sin barreras, con mucha más confianza y libertad. Para saber más sobre mi método y clases visita mi web , Instagram y Youtube! El agua nos enseña a fluir, a adaptarnos, aunque muchas veces nos sea difícil o provoque miedo. El agua es serenidad, paz y paciencia. Si no lo crees, para por unos minutos, obsérvala y escúchala con atención.
🌊🏞️🌳💚 The Water teaches us to flow, to adapt, even though it is often difficult or frightening. The Water is serenity, peace and patience. If you don’t believe it, just stop for some minutes, observe it and listen closely. Siempre que respiro el aire puro en un bosque me ayuda a renovar mis energías, a empezar de cero, a encontrar nuevas ideas y conectar con la simplicidad, la pureza, la honestidad y la belleza que sólo la naturaleza puede brindarnos. En ella encuentro el silencio tan necesario que, para los que vivimos en la ciudad, nos es tan difícil encontrar. Silencio para pausar y ordenar mis pensamientos y para incluso, detenerlos aunque sea por unos segundos. Este año, más que nunca, valoro la naturaleza y el poder conectar con ella aunque sea durante unos días, en los que sigo conectada con vosotr@s, a través del inglés y la música.
También valoro, incluso más que antes, a tod@s y cada un@ de mis alumn@s, que aunque suene algo “cheesy”, habéis pasado a ser una parte muy importante de mi vida. Para mí, no sois números. Sois personas con las que en mayor o menor medida he creado un vínculo. Conozco vuestros objetivos profesionales y a veces personales, vuestras preocupaciones, a much@s os he visto crecer, comparto vuestros éxitos y por qué no decirlo, me preocupo por vosotr@s en momentos como el que estamos viviendo. Sois muchas veces el motivo por el que me levanto por la mañana con ganas de avanzar. En otras, me inspiráis, me hacéis reír o brindáis nuevas perspectivas de la vida. Por todo ello, estoy agradecida. Por tener un trabajo que no sólo me hace inmensamente feliz, sino que me ofrece la oportunidad de viajar mientras hago lo que más me apasiona: Estar conectada con vosotr@s y enseñaros. Así que, aunque estemos en la distancia, estoy más cerca que nunca. Bárbara xx |
AutorBárbara Lázaro Archivos
May 2021
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